martes, 2 de abril de 2013

CRITICAS AL FMI







Las políticas del FMI (especialmente los condicionamientos que impone a los países en vías de desarrollo para el pago de su deuda o para otorgar nuevos préstamos) han sido severamente cuestionadas como causantes de regresiones en la distribución del ingreso y perjuicios a las políticas sociales. Algunas de las críticas más intensas han partido de Joseph Stiglitz, economista jefe del Banco Mundial de 1997 a 2000 y Premio Nobel de Economía en 2001.

Algunas de las políticas criticadas son:

·  el presupuesto público a expensas del gasto social. El FMI apunta que el Estado no debe otorgar subsidios o asumir gastos de grupos que pueden pagar por sus prestaciones, aunque en la práctica esto ha resultado en la disminución de servicios sociales a los sectores que no están en condiciones de pagarlos.


·  Generación de superávit fiscal primario suficiente para cubrir los compromisos de deuda externa.


·  Eliminación de subsidios, tanto en la actividad productiva como en los servicios sociales, junto con la reducción de los aranceles.


·  Reestructuración del sistema impositivo con el fin de incrementar la recaudación fiscal, lo que ha impulsado generalmente la implantación de impuestos regresivos de fácil percepción (como el Impuesto al Valor Agregado)


·  Eliminación de barreras cambiarias. El FMI en este punto es partidario de la libre flotación de las divisas y de un mercado abierto, es decir, de un tipo de cambio flexible o flotante.


·  Implementación de una estructura de libre mercado en prácticamente todos los sectores de bienes y servicios, sin intervención del Estado, que sólo debe asumir un rol regulador cuando se requiera.


·  El concepto de servicios, en la interpretación del FMI, se extiende hasta comprender áreas que tradicionalmente se interpretan como estructuras de garantía de derechos fundamentales como la educación, la salud o la previsión social.


·  Políticas de flexibilidad laboral, a menudo conllevan una cierta desregulación del mercado de trabajo y empeoramiento de las condiciones laborales.


Estos puntos fueron centrales en las negociaciones del FMI en Latinoamérica como condicionantes del acceso de los países de la región al crédito en la década de 1980. Se argumenta que provocaron una desaceleración de la industrialización, o desindustrialización en la mayoría de los casos. Las recesiones en varios países latinoamericanos a finales de la década del noventa y crisis financieras como la de Argentina a finales de 2001, son presentadas como ejemplos del fracaso de las "recetas" del Fondo Monetario Internacional ya que esos países establecieron su política económica bajo las recomendaciones del FMI.



CLARO EJEMPLO DE UNA CRITICA:








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